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Anotación sobre el parentesco de unos primos carnales, al parecer, de Eulalia de Maguna Ampuero y de Pedro de Ampuero Musaurieta, para pedir la dispensa a Roma.
Incluye:

• Dos cuadros genealógicos: uno de los descendientes de Antonio de Ardiles; y el segundo, de los ascendentes de Pedro Ampuero Musaurieta.
• Anotaciones genealógicas de los ascendentes del mismo.

Cesiones consecutivas de unos robles radicados en ejido público de la anteiglesia de Abadiano, junto a la casería de Zallóniz Ganecoa, otorgadas por Ignacio de Tellería, dueño de los árboles e inquilino de la casería, a favor de Eulalia de Maguna Ampuero y de su esposo Pedro María de Ampuero Musaurieta, propietarios de la casa en régimen de mayorazgo, y carta de pago de Josefa de Zaldúa Echebarría, esposa del cesionario, por el valor del arbolado.
Copia.

Correspondencia entre Cesáreo de Ampuero y Pedro María de Ampuero, hijo y padre, relativa a la vida castrense del primero.

Correspondencia entre Martín Novia de Salcedo y Pedro María de Ampuero relativa a los preparativos para la llegada y estancia de Cirilo de Ampuero, hijo del segundo, a Alcalá de Henares para iniciar su carrera militar.

Cartas de Josefa Pérez del Pulgar dirigidas a Pedro María de Ampuero relativas a la concesión de una licencia del servicio a su hijo Cesáreo.

Correspondencia entre Nicolás de Guendica y Pedro María de Ampuero relativa a la vida militar y destinos de Cesáreo de Ampuero, hijo de éste último.

Carta de María Francisca de Guendica dirigida a Pedro María de Ampuero informándole de los festejos, novilladas y romerías que habían tenido lugar en Deusto.

Carta de Lorenzo de Prestamero a Pedro María de Ampuero solicitándole que, si fuera posible, le enviara algunos trozos de mineral de hierro y cualquier otro metal y piedra imán para colocarlos en un gabinete.

Orden de puesta en libertad de Pedro de Ampuero.

Acuerdo particular entre Francisco Javier de Azcárraga y José de Lochategui, en nombre aquel de Pedro María de Ampuero y su casería de Urbitarte y propietario este de la de Elorriagazar, previo al reconocimiento por los prácticos Martín Esteban de Alday y Juan Domingo de Zuazúa, para gobernar las aguas del río de Arzubia en los predios ribereños de una y otra propiedad.