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Imposición de un censo de 1.000 ducados de principal y 60 de renta anual otorgada por los esposos Martín de Barroeta y Elvira de Ibarra en favor de Pedro Sáez de Guisasa, vecino de Durango, ante el escribano Íñigo Ibáñez de Larrineta.
Contiene:

• Cartas de pago de réditos corridos de dicho censo otorgadas por los esposos Gonzalo de Otálora y Ana de Guisasa Estéibar en favor de Pedro López de Oronzua, fechadas en Durango del 19 de febrero al 28 de mayo de 1616.
• Redención de dicho censo otorgada por dichos esposos en favor del citado Pedro, fechada en Durango el 10 de octubre de 1618.
• Traslado del pleito llevado a cabo por dicho Pedro, entre el 26 de septiembre de 1617 hasta el 13 de octubre de 1618, contra los citados Gonzalo y Ana por la imposibilidad del pago del principal de dicho censo a la referida Ana por ser menor de edad y necesitar curador, fechado en Durango el 12 de noviembre de 1618.

Venta de un censo de 400 ducados de vellón de principal y 20 de renta al año que Gonzalo de Otálora Guisasa contrató con el censualista Juan Ibáñez de Churruca Urquiaga el 10 de noviembre de 1609, y ahora traspasan los herederos acreedores a Nicolás de Olano, con la notificación de la enajenación y en testimonio todo del escribano Antonio Ibáñez de Uribe.
Contiene:

• Poder de los censualistas a un apoderado para proceder al contrato, dado en Lequeitio a 6 de febrero de 1632.

Venta de un censo de 400 ducados de vellón de principal y 20 de renta al año que Gonzalo de Otálora Guisasa contrató con el censualista Juan Ibáñez de Churruca Urquiaga el 10 de noviembre de 1609 y ahora traspasan los dueños a Domingo Martínez de Guisasa, con la notificación de la enajenación y en testimonio todo del escribano Pedro de Bedia Olaechea.

Constitución de un censo de 400 ducados de vellón de principal y 20 de renta al año, otorgado por el censatario Gonzalo de Otálora Guisasa, residente en Durango, a favor de su convecino Juan Ibáñez de Churruca Urquiaga, en testimonio del escribano Pedro Ochoa de Uriona.
Contiene:

• Auto del corregidor del señorío de Vizcaya que testimonia la capacidad y emancipación de Gonzalo de Otálora Guisasa para administrar bienes, librado en Bilbao a 1 de septiembre de 1609.
• Auto del corregidor del señorío de Vizcaya que declara la capacidad y emancipación de Gonzalo de Otálora Guisasa para administrar bienes, librado en Bilbao el mismo 1 de septiembre de 1609.

Venta de un censo de 100 ducados de principal y cinco de renta al año que en 1622 contrataron el censualista Pedro de Solaun y Gonzalo de Otálora Guisasa, vecinos de Durango, otorgada ahora por la cesionaria María Martínez de Elorriaga al convento de Santa Susana de la villa, en testimonio del escribano Fernando de Traña-Goitia, con la notificación a Juan Bautista de Lebario Jáuregui como dueño de la casa de Olabarría, inmueble que perteneció al censatario contratante.

Micrología geográfica del asiento de la noble Merindad de Durango por su ámbito y circunferencia, escrito por Gonzalo de Otálora Guisasa, señor de Olabarría.
Copia.

Constitución de un censo de 40 ducados de principal y dos de renta al año, en testimonio del escribano Juan Bautista de Arbaiza, otorgado por el licenciado Pedro López de Lebario, beneficiado en las iglesias de Durango, en nombre de sus herederos y de Gonzalo de Otálora Guisasa, al monasterio y beatas de Abaitúa, radicado en Bérriz.
Contiene: Poder de Gonzalo de Otálora Guisasa al licenciado Pedro López de Lebario para obligarse al contrato, del 15 de noviembre de 1626.

Redención de dos censos al quitar, de 260 ducados de principal y 13 de renta al año uno de ellos y de 300 ducados de capital y nueve de canon anual el otro, que Gonzalo de Otálora Guisasa y Juan Bautista de Lebario Jáuregui contrataron de modo respectivo, en 1635 y en 1642, con el censualista Juan de Urquizu, otorgada por Juan de Zaraá y su esposa Catalina de Urquizu, vecinos de Mondragón y yerno e hija del acreedor, a favor de Antonio de Abarrategui, en testimonio del escribano Nicolás de Orózqueta.
Contiene: Poder de Juan de Zaraa y Catalina de Urquizu para otorgar la carta de redención, del 15 de junio de 1677.

Constitución de un censo redimible de 100 ducados de principal y cinco de renta al año, con carga hipotecaria, otorgado por Pedro de Solaun, vecino de Durango, contra su convecino Gonzalo de Otálora, en testimonio del escribano Antonio Ibáñez de Uribe.

Diligencias de la justicia ordinaria de Durango y compulsa de la escritura de constitución de un censo redimible al quitar de 43.000 reales de vellón de capital y 2150 de renta al año, en testimonio del escribano Fernando de Traña-Goitia, que el 19 de febrero de 1642 contrataron Gonzalo de Otálora Guisasa y su esposa Ana Martínez de Guisasa Estéibar en calidad de censatarios, y el capitán Domingo Martínez de Guisasa, como censualista.