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Diligencias judiciales y carta de pago por la valoración del arbolado prevista en el convenio que el 30 de julio de 1663 suscribieron Pedro de Aresti y Juan de Urrechua Zallóniz-Gojeascoa, dueños respectivamente de las caserías de sus apellidos, con motivo de los fresnos que el primero había plantado en heredades del segundo.
Contiene: Convenio del 30 de julio de 1663, incompleto al principio.

Cesión de un censo de 60 ducados de principal y tres de renta al año que recae sobre los bienes de Juan Bautista de Lebario Jáuregui y su esposa Lorenza de Mújica Lebario-Jáuregui, vecinos de Abadiano, otorgada por la censualista Catalina de Herayaga a favor del sargento mayor Pedro de Cortázar y de María de Cortázar, residentes en Durango, con la notificación y un requerimiento posterior de pago a la censataria.

Cesiones consecutivas de unos robles radicados en ejido público de la anteiglesia de Abadiano, junto a la casería de Zallóniz Ganecoa, otorgadas por Ignacio de Tellería, dueño de los árboles e inquilino de la casería, a favor de Eulalia de Maguna Ampuero y de su esposo Pedro María de Ampuero Musaurieta, propietarios de la casa en régimen de mayorazgo, y carta de pago de Josefa de Zaldúa Echebarría, esposa del cesionario, por el valor del arbolado.
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Escritura de permuta de dos pomaradas entre las caserías de Zallóniz Beascoa, en Abadiano, y de Asategui, en Bérriz, propiedad aquella del capitán Juan Asensio de Echavarría Maguna, y esta, de Juan Bautista de Murgoitio Asategui, para restituir a los pertenecidos de Zallóniz Beascoa la misma heredad que habían vendido los anteriores propietarios.
Copia.

Redención de un censo al quitar de 100 ducados de principal y cinco de renta al año que el 1 de noviembre de 1659 contrataron Fernando de Trañagoitia Arbaiza, como censualista, y Juan Bautista de Lebario Jáuregui, en calidad de censatario, otorgada por Juan de Zubiaur en representación del acreedor, en testimonio del escribano Antonio de Arbaiza.

Redención de un censo de 100 ducados de principal y cinco de renta que el 14 de octubre de 1663 concertaron Juan Bautista de Lebario Jáuregui, vecino de Bérriz, y el licenciado Domingo abad de Gomendio Urrutia, cura y beneficiado en Abadiano, otorgada por este último a favor de los bienes del censatario, y carta de pago por 5.666 reales debidos de estos gravámenes, en testimonio todo del escribano Antonio de Arbaiza.

Redención de un censo de 1050 ducados de principal y 52,5 de renta al año, en testimonio del escribano Domingo de Latatúa, que el 2 de diciembre de 1677 contrataron Juan de Ibargüen y su esposa Isabel de Lebario-Jáuregui Mújica, vecinos de Abadiano, en calidad de censatarios, con Juan Bautista Zuazo-Gumucio Guisasa y Ana de Arbaiza-Abarrategui Olano, marido y mujer y avecindados en Durango.

Toma de posesión de la casa de Altamira, situada en Abadiño, por parte del capitán Juan Asencio de Echavarría Maguna, vecino de Durango.
Traslado dado por el escribano Antonio de Mazmela Echaburu en Durango el 22 de diciembre de 1695.

Acuerdo particular entre Francisco Javier de Azcárraga y José de Lochategui, en nombre aquel de Pedro María de Ampuero y su casería de Urbitarte y propietario este de la de Elorriagazar, previo al reconocimiento por los prácticos Martín Esteban de Alday y Juan Domingo de Zuazúa, para gobernar las aguas del río de Arzubia en los predios ribereños de una y otra propiedad.

Convenio entre Francisco de Echevarría, vecino de Durango, y Juan Bautista de Urquizu como padre y administrador de Juan Bautista de Urquizu Zavala, ausente este en el Perú, para apartar al primero de las acciones que emprendió para posesionarse de un pedazo de tierra labrada y jaro sito en el término de Juan de Oruz, en Abadiano, perteneciente al mayorazgo fundado por Nicolás Ibáñez de Zavala.
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